Buena observación, y muy necesaria. En los últimos años han surgido muchas tiendas relacionadas con la mirmecología, y entre ellas hay proyectos serios y otros creados únicamente para aprovechar el aumento de interés por el hobby. No se trata de señalar a nadie, sino de reconocer ciertos patrones comunes que ayudan a distinguir una tienda fiable de una dudosa.
Lo primero es comprobar la transparencia. Una tienda seria muestra claramente su razón social, CIF o NIF, y una dirección física o fiscal. Si solo hay un formulario de contacto o un correo gratuito, no inspira confianza. También conviene fijarse en el catálogo: si la web ofrece de todo —desde hormigueros hasta productos sin relación con las hormigas—, probablemente sea dropshipping o reventa sin control de calidad. Las tiendas especializadas suelen centrarse en pocos tipos de producto y conocen bien lo que venden.
Otro indicador es el uso de fotografías. Cuando las imágenes son genéricas, repetidas en varias webs o tomadas de fabricantes chinos, seguramente el vendedor no tiene material propio ni revisa el producto que envía. Las opiniones también cuentan: las reseñas reales mencionan experiencias concretas, mientras que las falsas suelen ser cortas, muy positivas y repetitivas.
Por último, revisa la información legal y las condiciones de compra. Toda tienda profesional debería tener visible su política de devoluciones, envío y garantía. Si no la incluyen o usan textos copiados, desconfía. En resumen, la mejor defensa contra los spammers es observar con calma, buscar transparencia y priorizar siempre las tiendas con reputación dentro de la comunidad.